La energía está en todas partes. Es lo que permite que una bombilla se encienda, que el corazón bombee, que una planta crezca o que puedas escribir en tu ordenador. En esta lección aprenderemos qué es la energía, qué tipos existen, de dónde la obtenemos y cómo su uso afecta al medio ambiente y a nuestras vidas.
La energía es la capacidad de producir cambios o de realizar un trabajo. Sin ella, nada se mueve, nada funciona, nada cambia. Está presente en todo lo que hacemos: movernos, calentar la comida, encender una pantalla, fabricar objetos… Todo necesita energía.
No se crea ni se destruye, solo se transforma (ley de conservación de la energía).
Puede cambiar de una forma a otra: por ejemplo, la energía química de la comida se transforma en energía mecánica cuando caminamos.
Se mide en julios (J), aunque en casa solemos ver kilovatios hora (kWh) para el consumo eléctrico.
Las fuentes de energía son los recursos o procesos a partir de los cuales obtenemos la energía que usamos en la vida diaria. Podemos dividirlas en dos grandes grupos:
Las energías renovables son aquellas que provienen de recursos naturales que se regeneran de forma continua o en poco tiempo, por lo que no se agotan con su uso. Además, tienen un impacto ambiental mucho menor que las fuentes convencionales.
Son la clave para avanzar hacia un modelo energético más sostenible, reducir la contaminación y combatir el cambio climático.
☀️ Energía solar: Aprovecha la radiación del sol mediante paneles solares fotovoltaicos (que generan electricidad) o térmicos (que calientan agua). Es abundante, silenciosa y cada vez más accesible.
🌬️ Energía eólica: Utiliza el viento para mover aerogeneradores que transforman la energía cinética en electricidad. Muy desarrollada en países como España, Dinamarca o Alemania.
💧 Energía hidráulica (hidroeléctrica): Se obtiene del movimiento del agua en ríos y embalses, que hace girar turbinas. Es muy eficiente, pero puede tener un impacto ecológico si modifica demasiado el entorno natural.
🌿 Biomasa: Consiste en aprovechar residuos orgánicos (restos vegetales, agrícolas o forestales) para generar calor o electricidad. Es renovable, pero hay que gestionarla bien para que no suponga una nueva forma de contaminación.
🌋 Energía geotérmica: Utiliza el calor interno de la Tierra, especialmente en zonas volcánicas. Se usa para calefacción o para generar electricidad si el calor es suficiente.
🌊 Energía mareomotriz y undimotriz: Aprovecha el movimiento de las mareas o de las olas del mar para generar electricidad. Aunque todavía en desarrollo, tiene un gran potencial en zonas costeras.
🟢 Ventajas de las energías renovables:
No se agotan
Reducen las emisiones contaminantes
Favorecen el desarrollo local (producción más distribuida)
Fomentan la innovación tecnológica
🔴 Inconvenientes:
Dependen de factores naturales (sol, viento, agua…)
Requieren inversiones iniciales altas
Algunas tienen impacto ambiental si no se gestionan bien
Las energías no renovables proceden de recursos naturales limitados que tardan millones de años en formarse, por lo que su uso continuado las lleva al agotamiento. Además, su uso es una de las principales causas del cambio climático y la contaminación atmosférica.
🛢️ Petróleo: Es el recurso energético más utilizado en el mundo. Se usa para fabricar combustibles (gasolina, diésel, queroseno), plásticos y productos químicos. Su combustión genera grandes cantidades de CO₂ y contaminantes.
🪨 Carbón: Uno de los combustibles fósiles más antiguos. Aunque barato y abundante, es también el más contaminante, tanto por sus emisiones como por su extracción destructiva.
Gas natural: Más limpio que el petróleo o el carbón, pero sigue siendo un combustible fósil que emite gases de efecto invernadero. Se usa sobre todo para calefacción, cocinas y generación eléctrica.
⚛️ Energía nuclear: Utiliza el uranio para generar calor a través de reacciones nucleares, produciendo vapor que mueve turbinas. No emite CO₂, pero genera residuos radiactivos peligrosos y plantea riesgos en caso de accidente.
📊 Dato: Actualmente, más del 80% de la energía mundial todavía proviene de fuentes no renovables, aunque cada año aumenta la inversión en tecnologías limpias.
🟢 Ventajas de las energías no renovables:
Alta densidad energética (mucha energía por unidad de volumen)
Tecnología madura y extendida
Permiten producción continua sin depender del clima
🔴 Inconvenientes:
Contaminación y emisiones de CO₂
Riesgo de accidentes o fugas
Agotamiento progresivo
Dependencia geopolítica (importación de recursos)
El uso de energía, especialmente la de origen no renovable, tiene un fuerte impacto ambiental:
Efectos principales:
Contaminación del aire: por la quema de combustibles fósiles.
Emisión de gases de efecto invernadero: que provocan el cambio climático.
Generación de residuos tóxicos: como en la energía nuclear.
Transformación del paisaje: presas, plataformas petrolíferas, tendidos eléctricos...
Pérdida de biodiversidad: por extracción, construcción o contaminación.
La transición hacia energías limpias es clave para proteger el medio ambiente y frenar el calentamiento global.
El mundo necesita reducir el uso de energías no renovables para frenar el calentamiento global, proteger los ecosistemas y garantizar el acceso a energía para futuras generaciones. La transición energética no es solo un cambio tecnológico: es también social, económico y ambiental. Requiere de compromiso de gobiernos, empresas y ciudadanos.
Hoy en día, la mayoría de la energía que consumimos sigue siendo de origen no renovable, aunque el uso de energías limpias ha crecido mucho en los últimos años.
En España, por ejemplo:
El transporte consume principalmente petróleo (gasolina y diésel).
La electricidad se genera con una mezcla: renovables (solar, eólica, hidráulica) y no renovables (gas y nuclear).
La industria usa gas, electricidad y, en algunos casos, carbón.
Los hogares usan electricidad, gas natural o butano.
El reto actual es reducir la dependencia de fuentes contaminantes y mejorar la eficiencia energética: usar menos energía para hacer lo mismo o incluso más.
Durante las últimas décadas, tanto España como el conjunto de la Unión Europea han vivido una transformación profunda en la forma en que producen y consumen energía. Este proceso, conocido como transición energética, busca dejar atrás los combustibles fósiles y avanzar hacia un modelo basado en fuentes renovables, limpias y sostenibles.
El mix energético es la combinación de fuentes que un país o región utiliza para generar electricidad. Tradicionalmente, en Europa ha estado dominado por el carbón, el gas natural y el petróleo, pero esto está cambiando.
Gracias al avance tecnológico, las inversiones públicas y privadas, y los compromisos medioambientales, las energías renovables como la solar, la eólica o la hidráulica están ganando terreno año tras año.
En España, entre 2010 y 2023:
La proporción de energías renovables ha pasado del 25% al 45%.
Las fuentes no renovables, como el carbón o el gas, han bajado del 50% al 30%.
La energía nuclear se mantiene estable en torno al 25% del mix total.
En la Unión Europea, en el mismo periodo:
Las renovables han crecido del 20% al 44%.
Las no renovables han bajado del 55% al 31%.
La nuclear se ha mantenido estable, entre el 25% y 26%.
Estos datos reflejan una clara tendencia: menos emisiones contaminantes y más energía limpia, aunque con ritmos diferentes según el país.
El cambio en el modelo energético responde a varios desafíos clave:
Luchar contra el cambio climático: la quema de combustibles fósiles es la principal causa de las emisiones de CO₂.
Reducir la dependencia energética: al depender menos de la importación de gas o petróleo, los países ganan autonomía.
Proteger la salud y el medio ambiente: menos contaminación del aire, del agua y del suelo.
Promover la innovación tecnológica: el impulso a las renovables ha generado empleo y avances en almacenamiento, redes inteligentes y eficiencia energética.
España es uno de los países con mayor potencial solar y eólico de Europa. En los últimos años se han multiplicado las plantas solares fotovoltaicas, los parques eólicos y los proyectos de autoconsumo.
Además, se ha reducido notablemente el uso del carbón, hasta casi desaparecer del mix eléctrico. Este proceso ha sido posible gracias al desarrollo tecnológico, las ayudas públicas y un cambio de mentalidad cada vez más orientado a la sostenibilidad.
La transición energética no es solo un cambio técnico, es también un cambio social y cultural. Significa cambiar cómo consumimos, cómo nos movemos, cómo construimos las ciudades o incluso cómo educamos.
Los retos que aún quedan por delante son grandes: mejorar el almacenamiento de energía, garantizar el suministro en todo momento, reducir los residuos y ampliar las redes eléctricas. Pero el camino ya está en marcha.
Aunque el cambio debe ser global, cada persona puede aportar su parte:
Apaga luces y dispositivos que no uses.
Aprovecha la luz natural.
Usa transporte público o bicicleta.
Aísla bien tu casa para usar menos calefacción o aire acondicionado.
Informa y educa a otros: ¡el conocimiento también genera energía positiva!
1. Clasifica fuentes de energía:
Escribe 5 fuentes de energía y di si son renovables o no renovables.
2. Compara dos tipos de energía:
Elige una renovable y una no renovable y explica sus ventajas e inconvenientes.
3. Investiga tu factura de la luz:
¿Sabes cuánta energía consumes en casa al mes? ¿Y de qué fuentes procede?
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