La Física y la Química son ciencias que estudian la naturaleza de la materia, sus propiedades y sus interacciones. Mientras que la Física se centra en el movimiento, la energía y las fuerzas, la Química analiza la composición y las transformaciones de la materia.
Para entender ambos campos, es esencial conocer cómo se mide la materia y qué magnitudes usamos para describirla. En esta sección, exploraremos los conceptos básicos de la medición, las unidades más utilizadas y su importancia en la ciencia.
La materia es todo aquello que tiene masa y ocupa volumen. Se encuentra en diferentes estados físicos (sólido, líquido, gas y plasma) y está formada por partículas elementales como átomos y moléculas.
Medir nos permite describir y comparar fenómenos físicos y químicos. Para ello, utilizamos unidades de medida estandarizadas, agrupadas en el Sistema Internacional de Medida (SIM).
Para estudiar la materia, es importante conocer sus propiedades, que se dividen en dos tipos:
Son aquellas que tienen todos los cuerpos sin importar su composición:
Masa: La cantidad de materia en un objeto.
Volumen: El espacio que ocupa un objeto.
Inercia: La resistencia que tiene un cuerpo a cambiar su estado de movimiento o reposo.
Permiten diferenciar una sustancia de otra:
Densidad: Relación entre la masa y el volumen de una sustancia.
Solubilidad: Capacidad de una sustancia para disolverse en otra.
Dureza: Resistencia de un material a ser rayado o deformado.
Conductividad térmica y eléctrica: Capacidad de un material para transmitir calor o electricidad.
La Física estudia las propiedades mecánicas de la materia, como su movimiento, fuerzas y energía. Por ejemplo, analiza cómo un objeto en reposo puede empezar a moverse o cómo la temperatura afecta a los materiales. La Química, en cambio, se centra en la composición y estructura de la materia, así como en los cambios que experimenta. Es decir, estudia cómo los átomos y moléculas se combinan para formar nuevas sustancias y cómo estas reacciones afectan la energía.
Si encontramos un líquido transparente, ¿cómo podemos saber si es agua o alcohol?
1️⃣ Medimos su densidad: La del agua es 1 g/cm³, mientras que la del alcohol es 0.79 g/cm³.
2️⃣ Comprobamos su punto de ebullición: El agua hierve a 100°C, el alcohol a 78°C.
3️⃣ Analizamos su solubilidad: Si mezclamos el líquido con aceite, el agua no se disolverá, pero el alcohol sí.
A través de estas propiedades podemos identificar y diferenciar sustancias.
Las principales magnitudes que utilizamos en Física y Química son:
🔹 Longitud → Se mide en metros (m)
🔹 Masa → Se mide en kilogramos (kg)
🔹 Tiempo → Se mide en segundos (s)
🔹 Temperatura → Se mide en kelvin (K) o grados Celsius (°C)
🔹 Cantidad de sustancia → Se mide en moles (mol)
Cada una de estas magnitudes se mide con instrumentos específicos, como reglas, balanzas o cronómetros.
En Física, las mediciones nos ayudan a describir fenómenos como el movimiento, la velocidad y la energía. En Química, son esenciales para calcular la concentración de soluciones, las proporciones en las reacciones químicas o la densidad de sustancias. Por ejemplo, en un experimento químico, es fundamental conocer la masa de los reactivos para predecir la cantidad de productos que se obtendrán. En Física, medir la velocidad de un objeto nos permite calcular la distancia que recorrerá en un tiempo determinado.
Para medir correctamente, usamos diferentes instrumentos según la magnitud:
📍 Balanza → Para medir la masa
📍 Probeta → Para medir volúmenes de líquidos
📍 Termómetro → Para medir la temperatura
📍 Regla o cinta métrica → Para medir longitudes
Un aspecto clave en la medición es la precisión, que depende del instrumento utilizado y de la forma en que se toma la medida.
Aunque la Física y la Química son ciencias distintas, están estrechamente relacionadas. Por ejemplo:
🔹 La energía es un concepto físico clave en las reacciones químicas.
🔹 Las fuerzas intermoleculares explican estados físicos de la materia.
🔹 Los cambios de estado (sólido-líquido-gas) son procesos físicos con base química.